CREAR DESDE EL DOLOR

“Mantenerse ocupada” es un término que no me gusta, porque muchas veces “mantenerse ocupada” significaría actuar de manera autómata, adormeciéndome, sumergiéndome en alguna actividad sólo porque sí, la que nunca ha sido mi opción. Hay un Creador Superior, por lo que nunca me consideraré creadora absoluta de algo, porque la Fuente Creadora no soy yo. Lo que sí creo que es posible, y de hecho lo he comprobado en mi vida, es poner en marcha un proceso creativo que no se detenga más. Cuando se fue mi hijito, cuando mi hijito falleció, el dolor me partió el corazón en infinitas partes, algunas de esas partes no las volví a encontrar, otras pocas quedaron de base para que siguiera latiéndome el corazón, y otras muchas, tuve que recogerlas, reconstruir de a poco mi corazón, lo que sigo haciendo hasta ahora, y es este proceso creativo el que me ayuda a seguir. Simplemente SEGUIR. Porque ya no importa tanto la meta, como el camino. Los minutos siguientes a la muerte de mi hijo, recuerdo que preguntaba “¿qué voy a hacer ahora?, ¿cómo voy a vivir ahora?”, hay muchas preguntas innecesarias después de perder a un ser amado. Innecesarias si las respuestas no nos ayudan a crecer y avanzar. Al menos parte de la respuesta a esas preguntas para mí ha sido echar a andar un proceso creativo. La partida de mi hijo cambió mi vida completa, y sólo de mí depende que cada uno de esos cambios sean semillas y no tierra estéril. Una palabra al recordar a mi hijo es AMOR. Y en términos prácticos para mí, ese amor impulsa un proceso creativo, sea cual sea el que elijamos. En homenaje a mi hijo escribí un libro, el que terminé unos 4 meses después de su partida, he escrito canciones, poemas, estoy escribiendo otro libro, hago fotografías y ahora empecé este blog. Lo que quiero decir, es que todo ese dolor se trasciende sólo con amor, incrementando el amor que siento por mi hijo, día a día, segundo a segundo, porque el amor trasciende toda frontera y toda ilusión de tiempo y espacio. El proceso creativo en mí es escribir y fotografiar. Cualquiera puede encontrar/elegir su proceso. El dolor que se hunde en más dolor, son raíces secándose; el dolor transforma en amor creando, da raíces infinitas que llegan al corazón del ser que amamos y que ya no podemos ver. Que el dolor no sea en vano.