DESDE LAS CENIZAS HACIA LA BÚSQUEDA DE SENTIDO

Desde el minuto cero, desde el mismo segundo en que la máquina conectada a mi hijo, no marcó más el ritmo de su corazón, desde ese mismo segundo supe que esto no podría ser en vano, siempre puede ser en vano, pero decidí que no lo fuera. No tenía idea cómo seguiría viviendo sin mi amorcito chiquitito, pero sabía que incluso sin saberlo, lo haría. El sentido no llega por magia. No llega el consuelo sólo porque llueva del cielo, o porque los ejércitos de los ángeles nos den consuelo, ellos pueden, claro, pero en primer lugar, ante que todo, depende de nuestra disposición. Los primeros días fueron un infierno, tal como lo son estos últimos días en que me acerco al primer aniversario de la partida de mi guagüita hermoso. El dolor de esos días y el dolor de estos últimos días, es exactamente el mismo, la diferencia: en un año he aprendido mucho más a convertirme en una guerrera. Soy una madre que perdió a su único hijo, sí, lo soy, pero eso es sólo parte de lo que soy, no es todo lo que soy, no soy en mi totalidad eso. Antes que todo, antes que ser una madre que perdió a su hijo, antes que ser una madre, antes incluso de ser Rocío, antes de ser mujer!, antes de todo, soy un alma indestructible, sólo eso me basta para ser una guerrera. No digo todo esto basada en la autoreferencia, no inicié este blog sólo para escribir sobre mí y mi dolor, es lo que hago, por supuesto, pero lo hago porque es mi experiencia con la que puedo comunicar mi mensaje, que es tan simple como: si yo pude sobrevivir a esto de la mejor manera que puedo, cualquiera puede. Que un hijo se vaya antes que nosotros es la tragedia más dolorosa de todas, aunque no estoy de acuerdo con la idea generalizada de que perder un hijo es “antinatural”. No es antinatural, sucede en todas las especies de la naturaleza, le sucede a madres en tribus desconocidas, le sucede a madres desde el inicio de la humanidad, le sucede, estoy segura, a madres en otros planetas. Que deseemos aferrarnos a la idea de que es algo antinatural, claro, esa es otra cosa, pero no, lamentablemente no es algo antinatural. De hecho, sucede en todas las especies de la naturaleza. Saquémonos esa venda de los ojos por favor. Ayer hablaba con una persona y le dije lo que realmente pienso, frente a los más mínimos problemas, cualquier persona siempre puede encontrar razones para victimizarse, así mismo en el otro extremo, en medio de esta tragedia tan agobiadora que es perder un hijo, podemos siempre decidir si victimizarnos o no. NO SOMOS VÍCTIMAS DE LA VIDA SÓLO PORQUE "MUERA" QUIEN MÁS AMAMOS. NO LO SOMOS!. La muerte es parte de la vida, y cómo me duele experimentar por el resto de esta vida, que la muerte, que ese segundo que es la muerte, me separó de mi hijo, pero decido aceptarlo día a día. El sentido que encontremos a esta distancia que tomemos de un ser amado por motivo de la muerte, no es un sentido general. Me gustaría que fuera un sentido universal para poder así gritarlo al mundo, pero es un camino particular encontrarlo. Encontrar ese sentido es una tarea cansadora, pero el proceso y más aún lograr encontrarlo, es algo que calma el corazón. Nadie puede aliviar tu corazón, nadie puede acariciar tu corazón, si no está en ti la voluntad de permitirlo, y gran parte de eso se consigue buscando el sentido a esta distancia del ser amado. Motivo de otro post será el inmenso sentido que yo he encontrado y sigo encontrando a esta partida de mi AMADO HIJO al mundo espiritual. El sol que más abriga e ilumina, es el interior. Los amo, los amo profundamente a todos ustedes seres sintientes que están sufriendo y haría lo que fuera por tomar en mi corazón parte del dolor de ustedes, sin embargo, el sufrimiento es uno de los mayores maestros, aprovechémoslo con gratitud.